miércoles, 16 de julio de 2008

sábado, 3 de noviembre de 2007

El Regreso

Aca estamos nuevamente....ONLINE.....

lunes, 4 de junio de 2007

El sacrificio de los insignificantes

"...el sacrifio de los insignificantes..." es una frase que ayer, en mi día de regocijo semanal, oi decir a un personaje del mundo de los videojuegos.
Palabras que a pesar de venir de un mundo de fantasias, contienen un alto grado de realidad. Nuestra sociedad toda, siempre ha crecido y evolucionado gracias al arduo trabajo de personas que jamas fueron conocidas y nunca lo serán. Siempre detrás de todo gran cambio evolutivo se encuentran esos personajes que son los que pusieron el hombro, la cabeza, el cuerpo y el alma para que el gran motor avance y siempre con las misma respuesta....la indiferencia, el anonimato, mientras que otros que seguramente no han puesto el mismo empeño son los que se llevan los laureles y las congratulaciones.

Algun dia cambiara esto?????

miércoles, 30 de mayo de 2007

Me pasaron esta reflexión..

Cuando cumplí 14 años, esperaba algún día tener una novia. A los 16 tuve una novia, pero no había pasión. Entonces decidí que necesitaba una mujer apasionada y con ganas de vivir. En la universidad salí con una mujer apasionada, pero era demasiado emocional. Todo era terrible, era la reina de los dramas, lloraba todo el tiempo y amenazaba con suicidarse. Entonces decidí que necesitaba una mujer estable. Cuando tuve 25 años encontré una mujer muy estable, pero aburrida. Era totalmente predecible y nunca la excitaba nada. La vida se hizo tan monótona que decidí que necesitaba una mujer más emocionante. A los 30 encontré una mujer excitante, pero no pude seguir su ritmo. Iba de un lado a otro sin detenerse en nada. Hacía cosas impetuosas y coqueteaba con cualquiera que se le cruzara. Me hizo tan miserable como feliz. De entrada fue divertido y energizante, pero sin futuro. Entonces decidí buscar una mujer con alguna ambición. Cuando llegué a los 36, encontré una mujer inteligente, ambiciosa y con los pies sobre la tierra. Decidí casarme. Era tan ambiciosa que me pidió el divorcio y se quedó con la mitad de lo que yo tenía. Ahora, después de los 40, me gustan las mujeres con tetas grandes, buen culo…, y punto. Por fin maduré.